Patios: Más de una Década de Persistencia en Dos Ruedas

El recorrido Bogotá-Alto de Patios es uno de los más emblemáticos para los ciclistas urbanos en Colombia. Este ascenso comienza en la Carrera Séptima con Calle 84, en Bogotá, y se extiende hacia el nororiente, en dirección al municipio de La Calera. Estos son algunos datos clave sobre este icónico trayecto:

  • Distancia: Aproximadamente 6.4 kilómetros de subida continua.
  • Altitud: El recorrido inicia a unos 2,625 metros sobre el nivel del mar y culmina en el Alto de Patios, a una altitud máxima de 3,015 metros.
  • Pendiente promedio: 6.2%, con tramos que pueden ser más exigentes.
  • Clima: Frío, con temperaturas que oscilan entre los 8°C y 17°C dependiendo de la hora del día y la época del año.
  • Humedad: Generalmente alta, debido a la ubicación geográfica de Bogotá y su cercanía a los cerros orientales.
  • Características del terreno: La ruta está completamente asfaltada, lo que la hace ideal para bicicletas de ruta y montaña.
  • Puntos de referencia: El ascenso se mide desde un punto conocido como “Belisario”, ubicado en la Avenida Circunvalar, hasta los carteles antes del peaje en el Alto de Patios.

Este recorrido no solo es un desafío físico, sino también una experiencia cultural y social, ya que cada fin de semana miles de ciclistas lo transitan, creando un ambiente de camaradería y competencia sana. Además, las vistas panorámicas de Bogotá y los cerros circundantes hacen que el esfuerzo valga la pena.

Hace más de quince años tomé el reto de montar en bici y hace mas de diez, comenzó mi aventura hacia el Alto de Patios entre otros sitios que he recorrido, ese ascenso de 6.4 kilómetros que se ha convertido en el reto por excelencia del ciclismo urbano amateur en Bogotá. Desde entonces, las curvas, pendientes y vistas de este recorrido no solo han sido un desafío físico, sino también un reflejo de mi capacidad para superar obstáculos y mantenerme activo, en forma y saludable, tanto para mi trabajo como para mi vida diaria

Al inicio, era parte de un grupo de amigos apasionados por el ciclismo, compartiendo, ánimos y el cansancio de cada ascenso. Sin embargo, con el paso de los años, las dinámicas cambiaron; muchos de esos amigos han dejado atrás este reto, mientras yo continúo pedaleando, ya en compañía de desconocidos, pero nunca solo en ánimo. Patios se ha convertido en un símbolo de mi resiliencia, una constante en mi vida que refleja mi compromiso con mi bienestar.

El inicio del año 2024 fue especialmente retador: una operación en mi pierna izquierda me obligó a pausar durante unos meses. Sin embargo, la recuperación comenzó en la bicicleta estática, y con esfuerzo y disciplina, logré volver al Alto de Patios. Este retorno ha sido un recordatorio de mi fortaleza interna y del poder de la constancia.

Hoy, el ascenso a Patios es una tradición de cada fin de semana, una pieza esencial en mi rutina de vida. Entre semana, me dedico al cardio y ejercicios preparatorios que fortalecen mi cuerpo para el siguiente reto. En esta travesía, el apoyo de mi esposa ha sido fundamental; en casa, ella me acompaña durante los ejercicios, y en los días de entrenamiento al aire libre, ella se une a la ciclovía, manteniéndose en forma y brindándome su respaldo.

Cada pedalada hacia el Alto de Patios es más que un ejercicio físico; es una manifestación de la disciplina y la pasión que me han acompañado durante más de una década. Este reto, que comenzó como una aventura grupal, se ha transformado en una experiencia profundamente personal, una celebración de mi resistencia y tributo por la salud.

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